miércoles, 13 de julio de 2016

PRIMERA VISITA FERTILIDAD

El jueves pasado era el día. Por fin teníamos cita con la especialista en fertilidad. No es que esperara gran cosa....básicamente llevarle nuestras pruebas y que nos diera su opinión sobre cómo proceder. Si esperar unos meses más para ver si nos embarazamos de forma natural o si, por el contrario, considera que una ayudita nos iría bien.

Ese día, antes de ir a la consulta me sentía nerviosa y triste a partes iguales. Nerviosa por la sensación de comenzar un nuevo camino, uno por el que nunca pensé que caminaría, pero que quizás sea el que nos lleve a conseguir nuestro ansiado bebé. Triste porque esa misma mañana me vino la regla, y aunque ya esté más que habituada no nos engañemos, sigue doliendo.

Tuvimos que esperar bastante antes de que nos llamaran, lo que no hizo más que incrementar mis nervios y, cuando por fin nos avisaron, tuvimos que esperar bastante tiempo más dentro de la consulta de la ginecóloga. Cuando por fin apareció se presentó y comenzó a lanzar una batería de preguntas acerca de los motivos que nos llevaban allí.

Se miró las pruebas y nos dijo que estaban perfectas. Respecto a mi hormona antimulleriana y a sus oscilaciones no le dio ninguna importancia. Me explicó que en mujeres jóvenes (sí, a mis 34 añazos me dijo que era muy joven :-p) podían darse ciertas variaciones, nos dijo además que podía deberse también en parte a la calibración de la máquina que hace la medición. En cualquier caso, cualquiera de los dos valores le parecieron correctos y junto a la ecografía de folículos antrales todo parecía en orden.

Del seminograma de Cuquipapá nos dijo que estaba muy bien. Todos los parámetros entran dentro de la normalidad. Yo le pregunté por ese % un tanto bajo de formas normales (un 6%) pero insistió en que un % > al 4% se considera normal y que, además, como la cantidad y la movilidad eran muy buenas no había de qué preocuparse.

Añadió además que el haberme quedado ya embarazada en dos ocasiones indica que mis trompas son permeables.

Así que todo parece estar en orden. Somos una pareja joven, las pruebas salen bien, tenemos ya una hija, conseguimos un nuevo embarazo aunque lo perdimos...así que...por qué no me quedo embarazada? ...la pregunta del millón...a la que únicamente pudo contestarme con datos estadísticos. Al parecer en cada ciclo tenemos únicamente un 20% de probabilidades de lograr el embarazo. Por otro lado, un 25% de los embarazos se paran durante las 12 primeras semanas de gestación.

Sin duda ella apuesta por esperar unos meses más, eso sí, tomándonos las cosas con más calma. Debo decir que me mostré bastante nerviosa durante la visita...es más...se me escapó más de una lágrima en el transcurso de la conversación...(en algunos momentos más bien lloré a mares...qué vergüenza!!). Nos aconsejó aprovechar el verano para desconectar, seguir buscando pero sin controlar fechas, ni temperaturas ni test de ovulación...y regresar en septiembre u octubre si no lo hemos conseguido. 

Nos habló de tratamientos, aunque no quiso entrar mucho en el tema para no agobiarnos más de la cuenta antes de tiempo. Según ella, lo mejor en nuestro caso y considerando mi endometriosis, sería ir directamente a FIV ya que con mi edad, nuestras pruebas y los dos embarazos precedentes cree que obtendríamos buenos resultados. 

Cuando nos estaba hablando de Inseminaciones artificiales, FIV, ICSI...sentía como si no fuera conmigo la cosa, como si se lo estuviera explicando a otra persona. Tanto Cuquipapá como yo sentimos que este tema se nos queda grande todavía, y es que en el fondo muy fondo, nos resistimos a creer que tengamos que recurrir a estas técnicas para engendrar otro hij@.

Y así fue nuestra visita. Salimos de allí contentos. Al parecer nada impide que lo logremos de forma natural. De hecho, si lo hemos logrado antes, por qué no podemos hacerlo ahora? El caso es que salimos con la convicción de que tendremos otro hij@. No sabemos cómo ni cuándo llegará, pero no nos cabe duda de que de una forma u otra lo lograremos. 

Haré caso a la Dra.D, en lo de relajarme. No porque crea que así me quedaré embarazada (odio cuando me cuentan historias del tipo...3 años buscando y cuando se relajó se embarazó...ja!), sino por mi propia salud mental y la de Cuquipapá. Nos apetece disfrutar estos meses con la Cuqui sin agobios. Si llega octubre y todavía estamos igual ya pensaremos en dar el siguiente paso.

Así que desde el jueves pasado, aunque de momento yo sigo trabajando, oficialmente le he dado vacaciones a mis comeduras de cabeza y a nuestra esterilidad secundaria.

Nos disponemos a disfrutar este verano a tope junto a la Cuqui y que venga lo que tenga que venir!




martes, 5 de julio de 2016

SOLTANDO LASTRE

Tras varios fines de semana seguidos trabajando, por fin este  hemos podido disfrutar de Cuquipapá, y la verdad es que ese tiempo en familia nos han venido fenomenal!

Hemos aprovechado para salir a pasear, para comer por ahí y para echarnos largas siestas los tres juntos en la cama :-)). Además, hemos podido quedar con unos amigos a los que lamentablemente no vemos tanto como nos gustaría...Cuquipapá trabaja muchos fines de semana, lo que implica que cuando está libre tenemos mil cosas por hacer y familiares a los que visitar! Pero estos días no, estos días han sido 100% nuestros.

Como os contaba, ayer aprovechamos para quedar con una pareja de amigos muy muy queridos. Por temas laborales no podemos vernos todo lo que nos gustaría, aunque nunca hemos perdido el contacto y siempre que quedamos nos dan las tantas hablando y hablando...

Ellos tienen una hija que cumplirá dentro de nada los 6 años y desde hace 3 están buscando darle un hermanit@ que se resiste a llegar. No es un tema del que hablemos. Hace mucho tiempo me comentó que estaban buscando, que no llegaba...y Cuquipapá y yo entendemos que si no nos comentan nada es que no hay nada que contar, sin más, nos corta un poco sacar el tema por si les incomoda.

A su vez, nosotros nunca les habíamos hablado de nuestros meses de intentos. Si que de pasada comentamos en su día que estábamos en ello....aunque ellos tampoco nos preguntan...imagino que por el mismo motivo que nosotros.

Pero ayer, mientras dejábamos que los papás se ocuparan de las peques, charlando con mi amiga me lancé. Simplemente le pregunté que en qué punto estaban, si había novedades y sobretodo que cómo estaba ella. Fue como abrir las compruertas de un embalse. Explotó y me contó lo mal que lo estaban pasando, lo dura que era la llegada de la regla mes tras mes, las lágrimas que se tragaba cada vez que su hija le pedía un hermanit@, y la impotencia de ver pasar los meses y el tiempo sin que el embarazao llegara. Justamente estaban comenzando a realizarse algunas pruebas a través de la Seguridad Social, aunque ya saben que al tener una hija no tienen derecho a ningún tratamiento.

Por mi parte, y por primera vez, yo también me abrí. Le expliqué nuestra situación y nuestros miedos. Las pruebas que nos habíamos hecho y cómo lo estábamos llevando. Nunca habíamos comentado este tema con nadie, la única válvula de escape hasta ahora había sido este blog.


Terminamos la conversación con un abrazo y prometiendo estar al tanto de nuestras evoluciones, pruebas médicas y demás. Hacía mucho tiempo que no me sentía tan bien, tan ligera...poder hablar con alguien (que no sea Cuquipapá) ha supuesto un antes y un después y es como si me hubiesen quitado varias piedras de la mochila.

Por otro lado, el hecho de hablar del tema con normalidad imagino que me dio el valor suficiente para explicárselo todo a mi madre. Nuestra relación siempre ha sido muy estrecha, con mucha confianza, pero no se por qué me resistía a hablarle abiertamente de este asunto...lo que nos ha complicado bastante a la hora de inventar excusas para dejarle a la Cuqui cuando hemos tenido visitas médicas. Cuánto necesitaba oír sus palabras de apoyo!

Y así es como, en tan solo dos días esta carga se ha hecho un poquito menos pesada. Ahora me siento menos sola y más fuerte, mucho más.