Socio llegó a nuestras vidas en julio de 2011.
Por aquel entonces solo estábamos cuquipapá y yo, así que pudimos dedicarle todo nuestro tiempo en esos primeros meses tan complicados de un cachorro. Porque son preciosos y te los comerías, pero la verdad es que dan muchísimo trabajo!
Pasó el tiempo y llegó la Cuqui. Recuerdo que durante el embarazo varias personas me preguntaron.."bueno, y ahora con el perro qué?"...mis suegros y mi madre estaban especialmente preocupados por cómo podía encajar Socio la llegada de un nuevo miembro. Hasta el momento había sido el Rey absoluto de la casa y estaba claro que eso iba a cambiar.
Ya desde antes de que naciera fuimos introduciendo pequeños cambios en las rutinas con él. Cambiamos su camita de sitio (dormía en el suelo junto a mi lado de la cama) ya que ese lugar lo ocuparía el moisés de la Cuqui. También Cuquipapá fue encargándose cada vez más a menudo de sus paseos, ya que en cuanto naciera la pequeña yo estaría absorbida en sus cuidados y no queríamos que notara tanto mi "ausencia".
Aunque yo conocía el carácter bonachón de Socio, admito que no podía evitar sentir cierta inquietud. Tenía miedo de que se sintiera desplazado y cogiera celos a la pequeña. Pero eso si, teníamos muy claro que ante cualquier problema íbamos a trabajar con él para solucionarlo y jamás pasó por nuestra cabeza deshacernos de él.
Al final todas mis preocupaciones fueron en vano! Desde el primer día Socio ha querido y respetado a la Cuqui. Con ella tiene más paciencia que con nadie y soporta estoicamente sus juegos y sus muestras de cariño desmesuradas...por nuestra parte, intentamos enseñar a la Cuqui que Socio no es ningún juguete y que debe tratarlo con cariño y respeto.
Cuando entramos por la puerta de casa, lo primero que hace es ir a darle un abrazo bien fuerte a su Socio (o Sosho, como dice ella). Es incapaz de irse a dormir sin haberle dado las buenas noches y a él es al primero a quien llama cuando se despierta por las mañanas, le busca para jugar a lanzarle cosas, le tira de etrangis trocitos de comida mientras cena,..y a Cuquipapá y a mí se nos cae la baba viendo lo que disfrutan juntos.
Aunque ojo, que se lleven estupendamente no quita que tengamos que estar muy al tanto. Al final, no dejan de ser un niño y un animal, ambos con reacciones en ocasiones impredecibles.
Se han realizado multitud de estudios que ponen de manifiesto las múltiples ventajas que reporta a los niños (y a los adultos) la convivencia con un perro, entre ellas:
- Favorece su desarrollo cognitivo, socioemocional y físico.
- Refuerza sus sistema inmunitario: los niños que conviven con un perro tienen un 30% menos de riesgo de infección respiratoria y un 50% menos de infecciones de oído.
- Les ayuda a desarrollar el sentido de la responsabilidad, un mayor respeto hacia los animales y aprenden valores como el amor y la amistad.
- Son niños más empáticos y tienen la autoestima más alta ya que el perro refuerza en el niño la sensación de ser aceptado y querido.
Aunque más allá de todos estos beneficios, no hay que olvidar que un perro da mucho trabajo, y con un bebé la cosa se complica. Los paseos (Socio sale tres veces al día), la limpieza (da igual cuánto limpie, siempre hay pelos suyos por casa), la organización de las vacaciones...incluso si queremos pasar el día fuera hemos de pensar qué haremos con él, cuándo y quién lo sacará a pasear.
Sí, a veces se nos pasa por la cabeza que si no lo tuviéramos a él sería todo mucho más "cómodo", aunque os aseguro que los momentos que nos brinda junto a la Cuqui son impagables, y todo el amor y el cariño que nos da no lo cambiamos por nada del mundo.
Conozco esa frase "y ahora con el perro ¿que?" En nuestro caso lo estamos acostumbrando a que esté más en la terraza y solo entre en casa cuando nosotros decidamos (antes siempre estaba aquí). Y poquito a poco. Aprendiendo cada día y viendo como van las cosas. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarHacéis bien, lo importante es que le acostumbréis ahora a todos los cambios que van a suceder para que no los relacione después con la llegada del bebé. Verás que todo irá genial y se convertiran en compañeros de juegos inseparables!
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