Para quitarme las tonterías de la cabeza, compré por Internet unos cuantos Test de embarazo de tira, para seguir la evolución e ir viendo como la rayita subía de intensidad conforme pasaban los días y aumentaba la hormona del embarazo.
El miércoles (cuatro días después del primer test) lo hice, y se me cayó el mundo encima. La línea de test no solo no había subido de intensidad, si no que no se marcaba apenas...Únicamente se intuía una leve sombra...mis temores se hicieron realidad...el embarazo no estaba evolucionando y se estaba perdiendo...
Había leído mucho sobre el tema así que sabía perfectamente lo que estaba pasando. Me lo estaba tomando sorprendentemente bien. Me sentía muy entera, estas cosas pasaban y había que aceptarlas. Si habíamos conseguido el embarazo tan pronto, seguro que lo volveríamos a conseguir enseguida.
Hablé con cuquipapá y se lo expliqué. La desilusión se apoderó de él, aunque no terminaba de creérselo. En ese momento yo fui la fuerte de los dos, animándole y haciéndole ver que era algo que ocurría muy a menudo, que lo volveríamos a intentar y seguro que la próxima vez nos iba a ir bien.
Y así, con esa actitud me fui a la oficina. Una vez me senté en mi mesa y encendí el ordenador toda la fortaleza que había demostrado se esfumó. Me vine abajo y comencé a llorar sin control. Menos mal que había sido la primera en llegar y no había nadie más. Me encerré en el baño y lloré toda la rabia y frustración que tenía dentro. Fue un día muy duro, tener que disimular y actuar como si nada cuando lo único que quería era acurrucarme en mi cama y llorar.
Por la tarde, gracias a la cuqui conseguí quitármelo un poco de la cabeza. Un bebé no entiende de abortos ni de penas y ella demandaba el 100% de mi atención como cualquier otro día. Ya por la noche llamó mi madre para ver cómo estaba y le expliqué lo sucedido. Al hablar de ello volvió el llanto inconsolable, al igual que cuando cuquipapá regresó de trabajar...de nuevo hablar del tema y de nuevo el llanto. Aunque me fue muy bien hablar con él y me hizo verlo de otra forma. Me hizo ver que no habíamos perdido un bebé, habíamos perdido solamente un grupo de células y con ellas la posibilidad de ser padres en junio, pero teníamos todo el tiempo del mundo para seguir intentándolo.
Al día siguiente comencé a manchar. No quise ni ir al médico, ya sabía lo que me estaba pasando. El sangrado llegaba tras cinco días del primer test positivo y tan solo dos días más tarde de cuando me tendría que haber venido la regla...si no me hubiera hecho el test habría pasado como un retraso de un par de días.
El sangrado continuó los días siguientes como una regla más larga y más abundante. El séptimo día de sangrado y viendo que la cantidad no disminuía, fui al médico para que revisaran que todo estaba bien por ahí dentro. Me confirmaron que estaba expulsando todo correctamente pero que todavía podía sangrar unos días más. Así fue, en total 10 días de sangrado, el doble que una regla normal, y desde luego mucho más abundante.
La ginecóloga me explicó lo que me había ocurrido, un aborto bioquímico, y me tranquilizó diciéndome que era tan habitual que ellos no lo consideraban ni aborto. No son más que fallos en la formación de las células o en la implantación uterina que ocurren en un tanto por ciento muy elevado de óvulos fecundados.
Inicialmente me recomendó dejar pasar un ciclo para continuar con la búsqueda. Yo le pregunté el motivo, si es que había algún motivo médico que lo aconsejara...contestó que más que nada lo recomiendan "por protocolo" ya que tras un aborto el ciclo puede quedar algo trastocado y para que se regularizase, pero que tratándose de un aborto tan temprano podía continuar la búsqueda de inmediato.Y eso hemos hecho, aunque sin suerte todavía.
Esta ha sido mi experiencia, de la que saqué algunas enseñanzas:
1) Quedarme embarazada no significa que vaya a tener un bebé. Hay que ir paso a paso.
2) Prohibido hacerse más Test de embarazo antes de la falta. Si estoy embarazada me enteraré igualmente, y así me ahorro desilusiones innecesarias.
3) Nada de contar nada a nadie hasta estar seguros de que la cosa marcha.
Desde luego la próxima vez que vea un positivo me lo voy a tomar de otra forma. No es que no vaya a ilusionarme, eso es imposible, pero sí que intentaré tener los pies más en el suelo...hay tantas cosas que se pueden torcer!!
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