Ayer fue mi cumpleaños, cumplí 34 largos y provechosos años. No me ha ido mal y no
puedo quejarme. A los 26 recién cumplidos, tras besar demasiadas algunas ranas, conocí
al que a día de hoy es mi marido, mi media naranja y sin duda alguna el hombre de mi vida.
Al poco llegó a nuestras
vidas nuestro gordito, un bulldog francés testarudo y bonachón al que queremos como si de un hijo se tratara. Un
tiempo después nos casamos, y dos años más tarde venía al mundo nuestra hija, alias la cuqui, que ya se que suena cursi a más no poder...pero es que de verdad os digo que ella es así, cuqui total!!
Recuerdo su embarazo como la época más emocionante de mi vida, jamás olvidaré
las 39 semanas que pasé con ella en mi vientre, sintiéndola crecer…con ella
conocí lo que es el AMOR en mayúsculas. El AMOR sin límites e incondicional.
Ella es el motor de nuestra vida, la que nos hace sonreír cien veces cada día y
saca lo mejor de cada uno de nosotros, incluso en los peores momentos…las palabras se quedan cortas para
describir lo que significó su llegada a nuestras vidas, y lo felices que nos
hace todos y cada uno de los días que compartimos con ella.
Y por fin, a punto de
celebrar el segundo cumpleaños de la peque, nos hemos decidido a repetir experiencia y a ampliar la familia. Bueno, de hecho lo decidimos en agosto, y
hasta la fecha no ha habido suerte….y de eso trata principalmente este blog, de
la búsqueda de mi segundo embarazo, de mis vivencias como mamá primeriza con
ganas de dejar de serlo, de la maternidad, la familia y, en general de todo aquello que se me pase por la
cabeza... Bueno, sin
más, empezamos…me acompañas?
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