Me hacen pasar a una sala muy amplia con una cama en el centro. Ahí nacerá la cuqui. Me pongo la bata que me dan y me estiro en la cama. Entran la ginecóloga que me ha hecho el tacto y la matrona. La ginecóloga es muy joven, la matrona es más mayor. Ninguna de las dos parece especialmente amable.
La matrona me pregunta si he traído todos los papeles, se refiere a la última analítica, el electro y el Plan de Parto.
El Plan de Parto es un documento donde se plasman nuestras preferencias a la hora de dar a luz. Lo suele facilitar el mismo hospital en la recta final del embarazo y hay que llevarlo en el momento del parto. El personal está obligado a respetarlo, siempre y cuando las condiciones lo permitan. Por supuesto es un documento totalmente abierto y sujeto a todos los cambios que una quiera, incluso en el mismo momento del parto.
Una de las cosas que establecí en ese documento era mi intención de probar el parto sin epidural, aunque tenía claro que si no lo soportaba no tendría ningún problema en pedirla...no se trata de que te den ninguna medalla no?
Desde luego, tras más de 24 horas de contracciones y en el estado en que me encontraba, lo único que quería era que parara el dolor, así que le dije a la matrona que por favor obviara lo que había escrito en el Plan de Parto ya que quería que me pusieran la epidural.
Matrona (M): Si es que...todas sois iguales...(risita sarcástica) todas venís con el cuento de parir sin epidural y al final todas la acabáis pidiendo...has ido a clases de preparación al parto?
Yo (Y): Sí
M: Es que os comen la cabeza con ese rollito del parto natural. Pues ahora que ya ves como son las contracciones vuelves y les cuentas la verdad! (más risas con la ginecóloga).
No me podía creer lo que estaba viviendo, se estaban riendo de mí?
Me ponen las correas para controlar las contracciones y me toman la tensión y la temperatura. Tengo fiebre. Me dicen que hay que acelerar el tema, la fiebre puede indicar algún tipo de infección.
La ginecóloga decide romperme la bolsa. Me avisa de que será como un tacto pero algo más doloroso pero no me preocupa, no creo que se pueda sentir más dolor del que yo siento en ese momento. Al hacerlo noto un gran chorro de líquido caer entre mis piernas. Son aguas claras, buenas noticias.
Me ponen una vía con oxitocina para acelerar las contracciones y por fin llaman al anestesista. Nos dejan solos a cuquipapá a mí. Las contracciones ya son bestiales, el dolor me come, no consigo dominarlo y grito fuera de mí con cada nueva contracción. Por fin aparece la anestesista, la primera persona amable con la que me encuentro allí. Hacen salir a cuquipapá y me pide que me siente y curve la columna todo lo que pueda hacia dentro. La postura es muy incómoda, pero aprovechamos un momento de paz entre contracciones y consigue pincharme a la primera.
A los poco minutos comienza a hacer efecto y por fin encuentro algo de paz. Tras todo lo vivido hasta ese momento, el mero hecho de no sentir dolor hace que se abra el cielo ante mí. Aunque estoy agotada ahora ya puedo pensar con claridad y comienzo a ser consciente de que estamos a punto de conocer a nuestra pequeña...la vida nunca jamás volverá a ser igual.
Llegados a este punto, habrían pasado unas dos horas desde que llegamos al hospital. Yo estaba tranquilamente charlando con cuquipapá, viendo cómo el monitor que controlaba las contraccones echaba humo, aunque lógicamente yo no sentía nada. Y entonces comencé a notar una presión muy fuerte por ahí abajo, es dificil de describir...justo al poco entró la matrona y cuando se lo dije. me dijo que era normal, que no me preocupara, a lo que yo pregunté "no será la niña saliendo ya no?" Ella me miró con cara de "guasa" y me contestó que eso era imposible, que las cosas no iban tan rápidas.
Ante mi insistencia decidió ver qué estaba pasando por ahí abajo. Cuando miró entre mis piernas le cambió la cara, me miró diciendo "pues sí, vamos a empezar" y salió disparada de la sala llamando a la ginecóloga. Al parecer mi niña tenía prisa por salir y había comenzado el trabajo ella solita.
Llegados a este punto, habrían pasado unas dos horas desde que llegamos al hospital. Yo estaba tranquilamente charlando con cuquipapá, viendo cómo el monitor que controlaba las contraccones echaba humo, aunque lógicamente yo no sentía nada. Y entonces comencé a notar una presión muy fuerte por ahí abajo, es dificil de describir...justo al poco entró la matrona y cuando se lo dije. me dijo que era normal, que no me preocupara, a lo que yo pregunté "no será la niña saliendo ya no?" Ella me miró con cara de "guasa" y me contestó que eso era imposible, que las cosas no iban tan rápidas.
Ante mi insistencia decidió ver qué estaba pasando por ahí abajo. Cuando miró entre mis piernas le cambió la cara, me miró diciendo "pues sí, vamos a empezar" y salió disparada de la sala llamando a la ginecóloga. Al parecer mi niña tenía prisa por salir y había comenzado el trabajo ella solita.
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