jueves, 24 de diciembre de 2015

LA NAVIDAD CON NIÑOS

Siempre me ha gustado la Navidad. Pertenezco a una familia numerosa, somos cuatro hermanos y tenemos muchos primos y tíos con los que afortunadamente nunca hemos perdido el contacto, y estos días son la ocasión ideal para reunirnos y disfrutar de unas buenas comilonas en familia.

Recuerdo con mucho cariño esas Noche Buenas en casa de mis abuelos, donde tras la cena, mi abuelo sacaba grandes cajas llenas de panderetas y zambombas. Mi tío siempre llevaba una guitarra, y nos daban las cuatro o las cinco de la mañana cantando y bailando. 

La comida de Navidad en casa de mis otros abuelos, con tantos a la mesa que no cabía un alfiler entre uno y otro, y con esas sobremesas eternas.

San Esteban en casa. Venían los abuelos a comer y por la tarde se unían tíos y primos...qué alegría la casa llena de gente, y mis hermanos y yo correteando arriba y abajo jugando con nuestros primos.

Con los años las cosas cambiaron. Quien más quien menos teníamos nuestras parejas y otros compromisos y obligaciones. Faltó mi abuelo Joaquín, y aunque tengo la fortuna de tener a mis otros tres abuelos, se iban haciendo mayores y lógicamente no aguantaban el trote de hace años.

Pero todo cambia con la llegada de los hijos. Desde que llegó la cuqui vivimos estas Fiestas con una ilusión renovada. Llevamos semanas enseñándole villancicos y poniendo música navideña en casa. Cuquipapá y yo, que desde que nos fuimos a vivir juntos jamás nos habíamos preocupado de decorar la casa, hace dos años que nos esmeramos con los adornos navideños y el árbol de Navidad.

Este ha sido el primer año que la cuqui ha colaborado en la decoración, ayudándonos a poner las bolas al árbol (en la medida de sus posibilidades!). Ese día, mientras sonaba de fondo el disco "Christmas" de Michael Bublé (que me encanta y sin duda alguna os recomiendo) y veía a la cuqui coger las bolas de la caja para colgarlas ilusionada en el árbol de Navidad, no pude evitar emocionarme y que se me llenaran los ojos de lágrimas. Al mirar a cuquipapá vi que le pasaba exactamente lo mismo, sus ojos brillantes le delataban.

Sin duda estas Navidades van a ser muy especiales, la cuqui crece y se va dando cuenta de más cosas. Me encantaría que año tras año, en su memoria se fuera forjando un recuerdo de estas fechas tan especial como el que tengo yo, y para eso vamos a trabajar cuquipapá y yo.

Esta noche tenemos una fiesta. Continuamos reuniéndonos en casa de mi abuela, y aunque falte mi abuelo, ahí estarán mis padres, mis tíos, mis hermanos y primos con sus hijos. De nuevo una casa llena de niños, gritos, risas y canciones. En definitiva, llena de alegría.

Sin más, me gustaría desearos a tod@s una FELIZ NAVIDAD, que podáis disfrutarla con vuestros seres queridos y que paséis estos días rodeados de alegría, risas y felicidad.



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